Con una inversión de
10 mil millones de pesos, el secretario de Comunicaciones y Transportes,
Gerardo Ruiz Esparza, y el gobernador Rafael Moreno Valle, dieron banderazo de
inicio a la construcción del segundo piso de la autopista México-Puebla, que
forma parte de la estrategia del presidente Enrique Peña Nieto para hacer de
México una plataforma logística y un centro de producción a nivel
internacional.
México se
está posicionando en sectores como el automotriz o la aeronáutica, que
requieren infraestructura carretera, por eso durante esta administración se
construirán más de 3 mil kilómetros en 46 autopistas que se sumarán a las 85
existentes, garantizando el traslado oportuno de personas y beneficiando a la
industria que genera empleos permanentes y calidad de vida con el traslado de
su producción, señaló Ruiz Esparza durante el banderazo de inicio.
“Es el deseo
del presidente Peña Nieto que haya comunicación entre el gobierno federal
y el gobierno estatal. Estaremos hombro con hombro trabajando con el gobernador
Rafael Moreno Valle, supervisando el cumplimiento de este compromiso, que es el
número 40 del presidente, y estaremos aquí en 24 meses o si es posible antes,
para inaugurar la obra”, señaló.
Por su parte,
el mandatario poblano reconoció a Gerardo Ruiz Esparza como un aliado en los
proyectos de Puebla, pues desde el periodo de transición del Gobierno de la
República, mostró su interés por resolver los retos que implicaba esta obra.
Recordó que
al inaugurarse la carretera México-Puebla en 1962, tenía una proyección de 20
mil vehículos diarios, sin embargo, el crecimiento económico de la región
impulsado por empresas como Volkswagen y sus proveedores, el crecimiento
poblacional y proyectos carreteros como el Arco Norte que llega a San Martín
Texmelucan, aumentaron el aforo hasta 110 mil vehículos diarios en algunos
puntos.
“Un problema jurídico
que tuvimos, fue encontrar la forma de maximizar los recursos públicos y por
eso se determinó hacer una concesión estatal con apoyo federal. Estamos
hablando de 10 mil millones de pesos, la obra más importante en muchas décadas
en el estado (…) y que a futuro será un activo del gobierno del estado de Puebla”.
Explicó que la
carretera es un activo de Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) a cargo
del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), pero operada por
Caminos y Puentes Federales (Capufe) con normatividad de la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT), por lo que implicó un reto acordar la
creación de un fideicomiso donde Federación y Estado invierten 5 mil millones
de pesos y el resto lo ponen las empresas concesionarias, OHL y PINFRA, que ya
operan exitosamente otras autopistas del estado.
A su vez, Thomas
Karig, vicepresidente de producción de Volkswagen México, señaló que la
infraestructura carretera es determinante para atraer nuevas inversiones e
indispensable para la competitividad del sector automotriz, a fin de facilitar
el movimiento de personas, materia prima y productos terminados.
“Celebramos este
proyecto que superará el retraso de muchos años y sentará las bases para el
futuro. Les solicito que nos permitan estar en estrecho contacto con los
responsables de la obra para asegurar que las medidas de restricción a la
circulación nos permitan seguir operando normalmente”, sostuvo.
Ruiz Esparza y Moreno
Valle coincidieron en que la construcción del segundo piso implicará
inconvenientes para los usuarios, por lo que algunos trabajos se realizarán
durante la noche y se establecerá una coordinación permanente con los
ayuntamientos de Puebla, Coronango y Cuautlancingo para diseñar estrategias
viales.
Por su parte, el
secretario de Infraestructura, José Cabalán Macari, detalló que la construcción
del segundo piso de la autopista México-Puebla, tendrá una longitud de 13.3 kilómetros
que van de la Planta Volkswagen al Estadio Cuauhtémoc, contemplando cuatro
salidas (Outlet, Estadio Cuauhtémoc, Hermanos Serdán y el Distribuidor Santa
Ana Chiautempan en Villafrontera).
La obra, incluida en
el Plan Nacional de Infraestructura (PNI), beneficiará a más de 1.5 millones de
personas de Veracruz, Oaxaca, Puebla, Estado de México, Distrito Federal, Chiapas,
Tlaxcala, Tabasco, entre otros.
Para la construcción
del segundo piso, que tendrá un ancho de 18 metros y cuatro carriles, los
trabajos serán realizados durante la noche, a fin de evitar congestionamientos
y concluir en julio de 2016.
Por la magnitud de la
obra, para construirlo se requieren 52 mil 500 toneladas de acero -5 veces más
que la Torre Eiffel- y 267 mil metros cúbicos de concreto, lo que sería
suficiente para llenar 7 veces el Estadio Cuauhtémoc.
Asistieron al
banderazo de inicio el subsecretario de Infraestructura de la SCT Federal, Raúl
Murrieta Cummings, el presidente municipal Antonio Gali Fayad y los alcaldes de
Cuautlancingo y Coronango, Félix Casiano y Hermelinda Macoto Chapuli.
Así como el
presidente del Tribunal superior de Justicia del Estado, Roberto Flores
toledano, el secretario de Finanzas y Administración, Roberto Moya Clemente,
José Andrés Oteyza Fernández, presidente de OHL México y David Peñaoza Alanis,
director General de Promotora y Operadora de Infraestructura (PINFRA), entre
otros.
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