San Martín Texmelucan, Pue. Empieza a crecer la incertidumbre entre
habitantes de Texmelucan derivado a que sean incrementado el número de llamadas
de extorsión y chantaje, pues tan sólo
la semana pasada hubo 10 casos registrados ante el Consejo Ciudadano de
Seguridad Pública Municipal, donde dos de ellos cayeron en el juego de los
delincuentes al depositar cantidades de 2 a 5 mil pesos.
El Presidente
del CCSPM, Abraham Irving Salazar Pérez, señaló que el problema de las llamadas
de extorsión y chantaje ya habían mermado en el municipio de Texmelucan, tras
realizar una campaña de prevención entre
los habitantes al informarles que hacer en caso de recibir una llamada de esta
índole e incluso sobre la aplicación que podían utilizar en sus celulares para
bloquearlas y evitar ser presa de estos delincuentes.
Pero nuevamente
en semanas pasadas, recalcó, los
texmeluquenses han empezado a recibir llamadas de extorsión, en donde les dicen
a las personas que tienen secuestrado a un hijo o hija y para liberarlos les
piden dinero, mientras que otros vivales se dicen ser familiares que están en
estados unidos y que debido a problemas necesitan que les apoyen con dinero,
mientras que otras personas han recibido llamadas de amenazas.
Sin embargo, Abraham
Irving Salazar Pérez aseveró, la semana pasada el Consejo Ciudadano de
Seguridad Publica Municipal tuvo el reporte
de 10 llamadas de extorsión,
donde los delincuentes exigían a sus víctimas dinero en efectivo a cambio de
liberar a uno de sus familiares que habían secuestrado, pero de estos dos
personas cayeron en pánico y al no saber que hacer en este tipo de chantajes, depositaron cantidades de 2 mil a 5 mil
pesos.
Agregó que es
importante que los Texmeluquenses estén pendientes de que los números de
extorsión tienen claves del norte del país, así como invito a la ciudadanía a
denunciar los números telefónicos al número *5533 o descargar en su celular la
aplicación No+Extorsión, para que estos queden registrados y obviamente queden
bloqueados, lo que permitirá reducir este tipo de llamadas.
Por: Ascención Benítez Sánchez.
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