San Salvador El Verde, Pue. Alrededor de 120 mil
visitantes arribaron este Domingo de
Resurrección a postrarse frente a la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo que
se venera en la comunidad de El Verde, para agradecer los favoreces recibidos a
lo largo del año, donde el 40 por ciento llegaron caminando desde sus hogares
de origen.
El
templo que alberga la imagen que fue edificado en el siglo XVI, con muchos
elementos arquitectónicos, ricos en historia y cultura, y que forma parte de
los siete santuarios que albergan imágenes milagrosas, como el Señor de Chalma,
Tepaltzingo, Maravillas, Amecameca entre otros, ayer domingo fue la
concentración de miles de personas de los estados de Hidalgo, Tlaxcala, México,
Oaxaca, Veracruz y Distrito Federal, quienes llegan en autobuses.
Mientras
que las personas que viven en las comunidades de los municipios aledaños como
Tlahuapan, Tlalancaleca, Teotlalcingo, Chiautzingo, Texmelucan, Huejotzingo y
Domingo Arenas, salen a temprana hora de sus pueblos para caminar por varias
horas hasta llegar al Santuario de El Verde, donde escuchan misa, besan a la
imagen y toman adornos, fruta y flores que van acorde a la festividad de la
Semana Santa.
Después
los visitantes adquieren diversos alimentos para sentarse en familia en una
banqueta, en el parque, en la explana de la presidencia municipal o en el atrio
de la iglesia para degustar y convivir, mientras que otros deciden acudir a la
capilla de San Miguel Contla, trucheros de San Andrés Hueyacatitla y la
exhacienda de Chautla que se ubica en San Lucas el Grande, y llegada la tarde
parten a sus hogares.
Cabe
mencionar que el Cronista de El Verde, Maximino Pérez Aguilar obsequia folletos
y narra a los visitantes como la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo llego
al pueblo cargada de una mulita, pero que antes paso a los templos católicos de
San Martín Texmelucan y Santa Cruz Analco donde no fue recibida, así como de
los milagros que ha hecho a personas con graves problemas de salud, económicos
e injusticias y sus respectivos agradecimientos a la imagen milagrosa.
Por: Ascención
Benítez Sánchez.
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