C.P. Arturo Loyola
González
Miembro del Comité
Ejecutivo Estatal del PRD.
Datos oficiales
publicados en diversos medios señalan que se ha incrementado notablemente el
número de perforaciones a los ductos de PEMEX para el robo de combustibles: que
en el año 2012 se detectaron 1,620 perforaciones; en el 2013 el número se
incrementó a 2,167, y en el 2014 la cifra alcanzó las 4, 218 perforaciones; lo
que significa que durante los tres años referidos se realizaron más de 8 mil
perforaciones a los ductos de PEMEX para el robo de combustible (gasolina,
diésel, y gas).
Según cálculos oficiales, las pérdidas por dicho robo de gasolina promedian
los 17,000 millones de pesos anuales; lo que aproximadamente equivale a un peso
de cada dólar que se destina a la importación de gasolina. Reportes de
investigaciones periodísticas han estiman en 76,200 millones de pesos las
pérdidas de PEMEX por el robo de combustible durante el periodo 2012 – 2014.
Al número de perforaciones a los ductos de PEMEX para el robo de
combustible y a la cuantificación del valor de la pérdidas por dicho robo, se
suma la noticia de que tan sólo en la región que conforman los municipios
poblanos de Palmar de Bravo, Quecholac y Tepeaca, en lo que va del año 2015 la
SEDENA lleva asegurados 700 camiones con combustible robado.
Sobra decir que los datos, por sí mismos, son escandalosos e impactantes,
porque además de que describen con toda crudeza el robo a la Nación Mexicana,
de manera cínica evidencian la corrupción, la impunidad y la complicidad entre
las diferentes esferas y ámbitos del gobierno, del poder judicial y de los
mismos directivos de PEMEX.
De manera inevitable, los hechos llevan a plantear un sinfín de interrogantes
y a imaginar una red de irresponsabilidad y complicidades, porque a todas luces
y por todos lados parece imposible que los delincuentes puedan actuar de manera
invisible.
Entre las muchas interrogantes que emanan del sentido común están las
siguientes:
1.- ¿Cuál es el
mercado o el destino que se da a los combustibles robados en los ductos de
PEMEX?
2.- ¿Por qué el robo
de gasolina ha propiciado desabasto en las gasolineras cuando se supone que el
combustible robado también lo venden?
3.- ¿La gasolina
robada de los ductos de PEMEX, finalmente se vende en algunas gasolineras o se
vende fuera de ellas?
4.- ¿No ha detectado PEMEX
a las gasolineras con la mayor variación en su demanda de suministro del
combustible, de forma tal que pueda verificar si algunas gasolineras se surten
con combustible robado?
5.- ¿La SEDENA e
investigaciones periodísticas han detectó que algunos mandos policiales de los
tres niveles de gobierno están involucrados en el robo del combustible a PEMEX,
la pregunta que surge es si también existen otros funcionarios públicos
involucrados, no sólo del poder judicial sino también de los poderes ejecutivo
y legislativo?
6.- ¿Dónde han ido a
parar los recursos obtenidos del robo de combustible, habrán servido para
financiar campañas políticas por parte del cromen organizado?
7.- ¿Desde cuándo se
le ha estado robado a la Nación a través de las perforaciones a los ductos de
PEMEX.
8.- ¿Por qué en lugar
de importar mayores cantidades de gasolina para cubrir el desabasto no se han
adoptado medidas efectivas para evitar el robo en los ductos de PEMEX?
10.- ¿Podría estar
involucrada en el robo de combustible el área de PEMEX responsable de llevar a
cabo la importación de combustibles para el abastecimiento del mercado
nacional?
Por tratarse de un problema de seguridad nacional las autoridades están
obligadas a dar una explicación pública de los hechos; pero además tienen el
deber de actuar con prontitud, determinación y responsabilidad para evitar que
el ilícito continúe ocurriendo. Los responsables deben ser sancionados de
manera ejemplar.
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