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miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL ROBO DE COMBUSTIBLE EN LOS DUCTOS DE PEMEX: HECHO GRAVE QUE DEBEN ATENDER CON DETERMINACIÓN Y RESPONSABILIDAD LAS AUTORIDADES.



C.P. Arturo Loyola González
Miembro del Comité Ejecutivo Estatal del PRD.

Datos oficiales publicados en diversos medios señalan que se ha incrementado notablemente el número de perforaciones a los ductos de PEMEX para el robo de combustibles: que en el año 2012 se detectaron 1,620 perforaciones; en el 2013 el número se incrementó a 2,167, y en el 2014 la cifra alcanzó las 4, 218 perforaciones; lo que significa que durante los tres años referidos se realizaron más de 8 mil perforaciones a los ductos de PEMEX para el robo de combustible (gasolina, diésel, y gas).
Según cálculos oficiales, las pérdidas por dicho robo de gasolina promedian los 17,000 millones de pesos anuales; lo que aproximadamente equivale a un peso de cada dólar que se destina a la importación de gasolina. Reportes de investigaciones periodísticas han estiman en 76,200 millones de pesos las pérdidas de PEMEX por el robo de combustible durante el periodo 2012 – 2014.
Al número de perforaciones a los ductos de PEMEX para el robo de combustible y a la cuantificación del valor de la pérdidas por dicho robo, se suma la noticia de que tan sólo en la región que conforman los municipios poblanos de Palmar de Bravo, Quecholac y Tepeaca, en lo que va del año 2015 la SEDENA lleva asegurados 700 camiones con combustible robado.
Sobra decir que los datos, por sí mismos, son escandalosos e impactantes, porque además de que describen con toda crudeza el robo a la Nación Mexicana, de manera cínica evidencian la corrupción, la impunidad y la complicidad entre las diferentes esferas y ámbitos del gobierno, del poder judicial y de los mismos directivos de PEMEX.
De manera inevitable, los hechos llevan a plantear un sinfín de interrogantes y a imaginar una red de irresponsabilidad y complicidades, porque a todas luces y por todos lados parece imposible que los delincuentes puedan actuar de manera invisible.
Entre las muchas interrogantes que emanan del sentido común están las siguientes:
1.- ¿Cuál es el mercado o el destino que se da a los combustibles robados en los ductos de PEMEX?
2.- ¿Por qué el robo de gasolina ha propiciado desabasto en las gasolineras cuando se supone que el combustible robado también lo venden?
3.- ¿La gasolina robada de los ductos de PEMEX, finalmente se vende en algunas gasolineras o se vende fuera de ellas?
4.- ¿No ha detectado PEMEX a las gasolineras con la mayor variación en su demanda de suministro del combustible, de forma tal que pueda verificar si algunas gasolineras se surten con combustible robado?
5.- ¿La SEDENA e investigaciones periodísticas han detectó que algunos mandos policiales de los tres niveles de gobierno están involucrados en el robo del combustible a PEMEX, la pregunta que surge es si también existen otros funcionarios públicos involucrados, no sólo del poder judicial sino también de los poderes ejecutivo y legislativo?
6.- ¿Dónde han ido a parar los recursos obtenidos del robo de combustible, habrán servido para financiar campañas políticas por parte del cromen organizado?
7.- ¿Desde cuándo se le ha estado robado a la Nación a través de las perforaciones a los ductos de PEMEX.
8.- ¿Por qué en lugar de importar mayores cantidades de gasolina para cubrir el desabasto no se han adoptado medidas efectivas para evitar el robo en los ductos de PEMEX?
10.- ¿Podría estar involucrada en el robo de combustible el área de PEMEX responsable de llevar a cabo la importación de combustibles para el abastecimiento del mercado nacional?
Por tratarse de un problema de seguridad nacional las autoridades están obligadas a dar una explicación pública de los hechos; pero además tienen el deber de actuar con prontitud, determinación y responsabilidad para evitar que el ilícito continúe ocurriendo. Los responsables deben ser sancionados de manera ejemplar.

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