San
Salvador El Verde, Pue. Los arboles abuelos que se ubican en el ejido de San
Andrés Hueyacatitla -que se ubica en las faldas del Volcán del Ixtacihuatl- que
tienen más de 400 años de vida sigue siendo un atractivo turístico y visitado
por cientos de deportistas que gustan de
la bicicleta de montaña, por ello, son vigilados y protegidos por los labriegos
de la comunidad para evitar que sean cortados de manera clandestina.
Fue en el mes de marzo
del 2012, que el cronista de El Verde, Maximino Pérez Aguilar dio a conocer a
través de su blog “La Esmeralda de la Montaña”, que en el paraje llamado
Tuzantlalpa, del Ejido de San Andrés Hueyacatitla y dentro del territorio de
San Salvador El Verde se encuentra un Oyamel (Abies religiosa) que fue
descubierto el 20 de agosto del 2007 por Gregorio Pérez Perea y quien lo llamo
el árbol Abuelo que se encuentra en medio de más de media docena de árboles
enormes y tal parece que preside una asamblea o que les está platicando a sus
amigos.
Con el paso del tiempo,
este árbol se ha convertido en un atractivo turístico para quienes gustan de
disfrutar de la naturaleza o del deporte de ciclismo de montaña, como lo ha mencionado
el actual regidor de Turismo, Gregorio García Mejía, quien resaltó que tras
conocer cuáles son los atractivos que ofrece el municipio de El Verde a los
visitantes regionales, estatales y nacionales, destaca la zona boscosa de
Hueyacatitla, donde actualmente se ubican tres arboles abuelos, que tienen más
de 400 años de existencia.
El primero se
encuentran en el paraje llamado Tuzuntlalpan, que significa lugar de Tuzas, otro
en el paraje Flores Azules y el tercero en el paraje Milohaque, que están a una
hora y media o dos de camino partiendo del truchero zoquititla, miden más de 30
metros de altura y se necesitan de 6 a 7 personas adultas para poder abrazar su
circunferencia y tienen más de 400 años de vida.
Los ejidatarios de Hueyacatitla al
paso de los años han cuidado celosamente estos árboles para evitar que sean
talados, quemados o dañados, por quienes se dedican a la tala inmoderada,
además de que el monte de esta demarcación está certificado nacionalmente e
internacionalmente por ser un bosque bien protegido, además es una zona que se
ha convertido en un atractivo turístico para los amantes de la naturaleza, los
cuales por el momento han mermado por la
contingencia sanitaria que se está viviendo.
Por: Ascención Benítez Sánchez.
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