San
Martín Texmelucan, Pue. A cuatro semanas del cierre del Tianguis de Texmelucan,
comerciantes atraviesan difícil situación económica, porque el poco ahorro que
tenían ha servido para cubrir gastos, deudas y el sustento familiar, por lo que
esperan que la pandemia se termine y las
autoridades federales, estatales y municipales reactiven el centro de abasto y
apoyo económico para recuperarse.
Pedro Leyva Romero,
quien por 15 años se ha dedicado a vender ropa para mujer en el Tianguis de
Texmelucan, señaló que desafortunadamente la pandemia vino a pegarles fuerte,
porque él se preparó para la temporada del 10 de mayo, es decir que pidió
rollos de tela con su proveedor y que obviamente tendría que pagar más
adelante, empezó a maquilar las prendes de vestir, sin embargo con el cierre del
centro de abasto todo se paró y obviamente ya no pudo comercializar.
“Nos está afectado, no
sólo a mí y a mi familia, sino a las familias de las 20 personas que me ayudan
a coser y vender en el Tianguis, ya son cuatro semanas y los ahorros ya se
están acabando para poder cubrir gastos, deudas y el sustento familiar, además
a pesar de que ha tratado de buscar a sus clientes por redes sociales y
teléfono, que son de los estados de Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Chiapas y
Veracruz, pero solo en tres ocasiones pudo vender algo, porque ellos se
encuentran en la misma situación al estar cerrados sus negocios”, recalcó.
Silviano Rosas Salas,
comerciante desde hace 26 años de pantalones de caballero y uniformes
escolares, señaló que el cierre total del Tianguis de San Martín, le ha
afectado a él y a otras cinco familias que le trabajan directamente en la
costura y otras más de manera indirecta, porque al no haber venta, no hay
dinero para pagar sus gastos, deudas y salarios, por lo que es preocupante
porque ya no hay dinero y los pocos trabajos que están realizando ha servido
para el sustento familiar.
Expresó que también ha
buscado a sus clientes del sureste mexicano para ofrecer su mercancía, pero
desafortunadamente ha sido negativa, porque manifiestan que no tiene caso que
adquieran las prendas de vestir sí sus negocios están totalmente cerrados y no
hay fecha para cuando abrirlos, así mismo sucede con los clientes que a estas
fechas ya estaban solicitando la elaboración de uniformes porque señalan que
todo está incierto con la pandemia.
Los entrevistados,
agregaron que entienden que el cierre del Tianguis se tuvo que realizar para
evitar la propagación del virus, sin embargo las autoridades federales,
estatales y municipales también deben entender que el comerciante informal vive
de lo que vende a diario o cada semana, y tras cuatro semanas sin trabajo la
situación en los hogares se torna difícil porque no hay dinero para cubrir las
necesidades básicas, por lo que es urgente que se reactive la economía.
Por: Ascención Benítez Sánchez.
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