San Martín Texmelucan, Pue. Al cumplirse el octavo aniversario de la tragedia
del 19 de Diciembre del 2010, donde un incendio y explosión por una fuga de
combustible en los ductos de Petróleos Mexicanos dejo como saldo 30 muertos, 52
lesionados y cientos de viviendas dañadas, aun el recuerdo vive en la mente de
los Texmeluquenses, quienes aseguran que el peligro sigue latente en la Calle
11 de Noviembre derivado a que el robo
de combustible continua ante los ojos de las autoridades y los cuerpos de
seguridad.
LA
TRAGEDIA
Fue a las 5:30 de la mañana del domingo 19 de
Diciembre del 2010 que se escuchó una fuerte explosión en la ciudad de
Texmelucan, después se observaban llamas de 10 metros de altura a lo largo y
ancho de la calle 11 de Noviembre, más tarde una columna de humo y fuego sobre
el río Atoyac, desde el puente rojo hasta la zona del mercado del Hoyo, hecho
que movilizo a la unidad de bomberos de Texmelucan, Cruz Roja, Seguridad Pública
y Tránsito Municipal, quienes trataron de controlar la situación, pero la
dimensión del peligro era mayor.
Miles
de familias de la ciudad, colonias aledañas y unidades habitacionales entraron
en pánico, desesperados por las explosiones y el rugir de las sirenas, salieron
de sus hogares solo con pijamas, chanclas, pantuflas, playeras, shorts,
sudaderas y cobijas, unos a pie y otros en vehículos, porque todos pensaban en
ese momento que “San Martín se iba acabar, muchos se refugiaron en municipios
alejados como Tlahuapan, El Verde, Chiautzingo y Huejotzingo, así como de
municipios de Tlaxcala, y hubo quienes se fueron hasta la Ciudad de Puebla y
México.
La
ayuda llegó a las 8 de la mañana, cuando la tragedia de Texmelucan ya era
noticia a nivel nacional e internacional, que fue necesario la movilización de
cientos de bomberos, brigadas de protección civil del Estado de México, Puebla,
Tlaxcala y Pemex, quienes cerca de las 9 de la mañana ya tenía control de la
desgracia y cerca de las 11 horas las llamas ya habían sido sofocadas, dejando
al descubierto el panorama devastador, vehículos calcinados, hogares
derrumbados, muebles quemados, personas desesperadas intentando buscar a sus
familiares.
CIFRAS
OFICIALES
Los trabajos de rescate en manos de voluntarios, autoridades municipales,
estatales, personal de Pemex, bomberos y ejercito mexicano, dio como resultado 30
personas fallecidas, 52 resultaron lesionadas, 34 viviendas con pérdidas
totales, 140 casas con pérdidas parciales, 72 autos calcinados, 2 escuelas
dañadas, dos puentes vehiculares dañados y varios kilómetros del Río Atoyac
fueron afectados.
Y el reporte del gobierno federal tras las
investigaciones realizadas dictaminaban que el percance se registró por una
fuga de combustóleo en los ductos de Pemex que atraviesan por Texmelucan a la
altura de la Avenida Lardizábal de la Colonia la Purísima, la cual busco salida
sobre la calle 11 de Noviembre y desembocar sobre el Rio Atoyac, y fue una
chispa de algún motor que provoco la desgracia.
Mientras que Petróleos Mexicanos informaba que pago
103.5 millones de pesos para resarcir los daños: Indemnizaciones por fallecimiento, 13 millones 796
mil 066 pesos, Pago de afectaciones de casa habitación, 61 millones 661 mil106
pesos, Vehículos siniestrados, 3 millones 688 mil 488 pesos, enseres domésticos, 18 millones 080 mil 827 pesos, afectaciones
a cultivos y canales de riego, 3 millones 253 mil 742 pesos, Indemnizaciones a
lesionados 44 mil 774 pesos, Pago de animales domésticos 448 mil 695
pesos, Indemnizaciones a compañías , 755 mil 769 pesos, Otros conceptos,
como: pago de servicios funerarios y ambulancias 1 millón 757 mil
482 pesos.
LAS VICTIMAS
La lista oficial de personas que perdieron la vida son: Erick Medel
Brito, Jacinto Báez Flores, Cristian Medel Pérez, Dana Ximena Medel Pérez,
Marina Pérez, Lorena Brito Zavala, Jaime Medel Brito, Miriam Medel Brito,
Israel Medel Brito, José Miguel Medel Brito, Aníbal Medel Brito, Mariano León
Olvera, Noemí Juney Jiménez Barranco, Joshua Israel Jiménez Barranco, Abigail
Anahí Jiménez Barranco, Leticia Barranco Ramírez, Rosendo Ramírez Pérez.
María Concepción Castro Terán, Diego Ignacio
Hernández Rodríguez, Elizabeth Dávila Romero, Fernando Ángel, Antonio, Dulce
Paola Ángel Dávila, Natziali Jocabeth García Ventura, Brian Ariel García
Ventura, Martín Ovando Huerta, Sarahi Jiménez Cordero, Rocío Ventura Olvera,
Cupertino García y un desconocido, nombres que quedaron grabados en la placa
conmemorativa develada por las autoridades el 19 de diciembre del 2011.
LOS TESTIMONIOS
A ocho años de la tragedia, el dolor aún sigue
presente en aquellos que perdieron a familiares, amigos, vecinos, como es el
caso de Don Jaime N., quien perdió a 10 miembros de su familia “Medel Brito”
entre ellos su esposa, por lo que desde entonces
vive sólo, en una casa pequeña donde tiene animales que se encuentra rumbo al
centro escolar en las faldas del cerro Totolquemec, y que dejo su casa en la
Calle 11 de Noviembre, donde ha construido una capillita donde están los
nombres de cada uno de sus hijos, hijas y esposa, la cual abre el 19 de diciembre
para que las personas la visiten y donde llevan a cabo un rosario y misa para
recordarlos.
María Dolores Morales, que vivía en la calle 11 de
noviembre en la casa con el número 20, que logró salvar la vida al igual que su
esposo y tres hijos con sus respectivas esposas e hijos, al salir de su
vivienda por la parte trasera antes de que las llamas consumieran su casa,
narró que estaba enferma de cáncer, pero al escuchar una fuerte detonación y
ver las llamas, salto un alambrado que se encontraba en la parte trasera, donde
sus dedos se atoraron y rajaron, así como iba semidesnuda y con quemaduras,
pero gracias a Dios salvó la vida, pero las secuelas de aquella desgracia son
muchas, porque a pesar de recibir atención médica y psicológica, sigue teniendo
miedo y temor.
Felipe
Luna Romero, quien trabajaba en los Estados Unidos hace ocho años y que llego
en el mes de diciembre del 2010 para estar con su familia, fue uno de tantos
quemados que hoy vive para contar su amarga experiencia, ya que registro quemaduras de tercer grado en
espalda, brazos y piernas, recordó aquel día en que una explosión y fuego acabo
con todo a su paso en la calle 11 de Noviembre, donde vivía junto con su esposa
Roberta Morales Torrentera y tres de sus hijas, y que pudo salvar la vida
sacando a todos sus familiares por la parte trasera de su casa, y correr con
rumbo desconocido.
LA
REALIDAD
Al cumplirse ocho años de la tragedia el panorama en la Calle 11 de Noviembre se lleva de manera normal, las personas
caminan sin temor alguno, los vehículos particulares pasan sin problema, pero actualmente de las
23 casas que se encontraban construidas, solo 19 de ellas han sido edificadas nuevamente
en su lugar, hay un terreno aún en venta, un inmueble en obra negra, además de las
casas solo el 50 por ciento son habitadas por sus dueños, 40 por ciento son rentados y el 10 por ciento
están deshabitados, porque aún existe el temor en algunas personas de que algún
día se repita la historia.
A
decir de los vecinos actualmente la Calle 11 de noviembre es sin duda alguna el
paso obligado de quienes se dedican al robo del hidrocarburo en los ductos de
Pemex y el traslado del mismo, porque
los rastros de diesel regado en la carpeta asfáltica se puede observar casi
todos los días, además de que dicha vía de comunicación se ha vuelto
transitable porque por ella pasan miles de personas para llegar a las Colonias;
Libertad Antorchista, Margarita Moran, la Cruz, las Torres y la Purísima, así
como para llegar al Instituto Tecnológico Superior de San Martín Texmelucan y
el Centro Escolar Rafael Ávila Camacho y las instalaciones de la UPAEP, Plantel
San Martin.
Pero
vecinos de la Unidad
habitacional San Damián y de la zona cero en repetidas ocasiones a través de
las redes sociales y en algunos medios informativos de manera anónima –para
evitar represarías- han denunciado con imágenes y mensajes que la Calle 11 de
Noviembre que se ubica entre el Boulevard San Damián y acceso a la Unidad
Habitacional del mismo nombre de la Colonia San Damián, a diario se puede
observar que hay vehículos pesados estacionados, con varones al interior de sus cabinas, los cuales tras
varias horas de espera, uno a uno se retiran del lugar para dirigirse a la zona
por donde pasan los ductos de Pemex, lo que deja evidenciado que acuden a X o Y
lugar para cargar sus tanques de combustible ilícito.
De tal
manera que piden a las autoridades federales, estatales y municipales que
realicen operativos para retirar dichas unidades y que refuercen la seguridad
en dicha vía de comunicación para evitar
el paso de camionetas cargadas de combustible robado que ponen en riesgo a
quienes habitan en la zona, porque se puede volcar por el exceso de velocidad y
provocar otra desgracia, así como evitarían que se registrara una balacera
entre bandas dedicad a este ilícito que afecten a terceros.